jueves, 26 de agosto de 2010

22.08.10-26.08.10


Tengo ganas de que empiece ya la rutina, de tener un horario; comer a las seis de la tarde no puede ser bueno.
Los primeros días en Estocolmo están siendo un caos: hay muchas cosas que hacer y muy poco tiempo, sumándole que en esta ciudad a las ocho de la tarde está prácticamente todo cerrado.
Ya he:
-sufrido el día de orientación (he aquí el lugar donde estuve unas cuatro horas)
-obtenido mi P-number en la Universidad -sin él no eres nadie-.
-hecho mi primera compra -en el supermercado más barato, obviamente-.
-terminado de decorar mi habitación -esto se traduce en dos visitas a Ikea-.
-preparado mi primera comida en condiciones.
-conocido gente de mi pasillo -un pakistaní, una italiana, un iraní, dos chinos y dos desconocidos-.
-descubierto el campus, con sus mil millones de hectáreas de césped-.
-conocido La Casa Amarilla, en la que se hacen fiesta todos los miércoles, y La Casa Verde, en la que se hacen fiestas todos los jueves.
-ido a mi primera fiesta Erasmus.
Todavía no he:
-Resuelto las asignaturas de las que me tengo que matricular (un verdadero caos).
-pagado la cuota por pertenecer al consejo de estudiantes -hay verdaderos descuentos para cosas tan diversas como el transporte o las fotocopias- pues hay cola de espera de más de dos horas.
-parado de pensar que estoy jugando al Monopoly cuando pago con la moneda sueca.
-usado el microondas de la residencia -si lo llegara a usar me convertiría en un zombie de la mierda que tiene....-
-terminado de creerme que sólo tenga clase los martes y lo miércoles.

Y puedo hacer un listado más grande y contaros muchísimas cosas más, pero mañana tengo que madrugar y mi cama-ikea me espera. No me despido sin dejaros la lista de las cosas curiosas.

Cosas curiosas:
-En este país se toman muy enserio el tema del reciclaje.
-A los estocolmenses les encanta hacer colas para todo.

Hasta la próxima.

martes, 24 de agosto de 2010

La llegada (21.9.10-22.09.10)


Mi idea de escribir todos los días en el blog contando lo que me va pasando ha fracasado desde el día uno. La verdad es que desde que llegué no he parado; ha sido una de levantarse a las ocho de la mañana y acostarse a las once sin pasar por el hotel ni una vez.
Me imaginaba Estocolmo un poco más colorido (los edificios son verdes, amarillos o grises claritos; pero eso sí, el color lo ponen las lugareñas, que no se cortan ni un pelo en colocarse un vestido naranja fosforito con sandalias verdes o estampados de cebra mezclados con el de serpiente.
Encontrar mi facultad en la Universidad de Estocolmo me llevó una hora, más o menos. Tiene dos campus enormes con millones de hectáreas de césped y, por eso, encontrarla fue toda una ventura- en la que me encontré un caracol enorme y un conejo panzudo-.
Eso sí, puedo decir que ya casi soy sueca...¡he comprado en el Ikea!
Mañana empieza el día de orientación a las 10 de la mañana. A ver qué tal se da.

Cosas curiosas:
-Los billetes para el transporte se compran por horas o por días.
-Todo el mundo usa Converse All Star.
-Hay una población muy grande de Indios (y después de éstos chinos)
-A los suecos no les interesa el Ikea (y eso que yo lo adoro...)