Mi idea de escribir todos los días en el blog contando lo que me va pasando ha fracasado desde el día uno. La verdad es que desde que llegué no he parado; ha sido una de levantarse a las ocho de la mañana y acostarse a las once sin pasar por el hotel ni una vez.
Me imaginaba Estocolmo un poco más colorido (los edificios son verdes, amarillos o grises claritos; pero eso sí, el color lo ponen las lugareñas, que no se cortan ni un pelo en colocarse un vestido naranja fosforito con sandalias verdes o estampados de cebra mezclados con el de serpiente.
Encontrar mi facultad en la Universidad de Estocolmo me llevó una hora, más o menos. Tiene dos campus enormes con millones de hectáreas de césped y, por eso, encontrarla fue toda una ventura- en la que me encontré un caracol enorme y un conejo panzudo-.
Eso sí, puedo decir que ya casi soy sueca...¡he comprado en el Ikea!
Mañana empieza el día de orientación a las 10 de la mañana. A ver qué tal se da.
Cosas curiosas:
-Los billetes para el transporte se compran por horas o por días.
-Todo el mundo usa Converse All Star.
-Hay una población muy grande de Indios (y después de éstos chinos)
-A los suecos no les interesa el Ikea (y eso que yo lo adoro...)
Ikea! (nah, seguro que están orgullosos en el fondo). Me apunto lo de las cosas curiosas, es una buena forma de conocer una ciudad como turista permanente... :)
ResponderEliminarSuerte en Estocolmo y no te plantees escribir todos los días, ¡no funciona!
En cuanto a los colores, creoq ue las españolas en general tendemos demasiado a los oscuros tradicionales castellanos o algo así :D (al menos yo, ya tú sabes.. te veo en plan Lau-fluor XD).
Besos, zai jian!